nos hemos perdonado durante estos meses
porque compartimos una especie de fe
en peligro de extinción
[de verdad lo creo]
he aprendido a paladear el sabor amargo
del agua infectada con suma compostura
cada día escucho una nueva propiedad del té
que va a salvarnos la vida
no queda en el mundo enfermedad no noqueada
por los beneficios de tomarse uno, pero
hay que brindar primero
a lo mejor ya no queda nadie que me tatuó
con fuego la curvatura del cuerpo, Mildred
pero tú me dices que es por eso por lo que
nunca vamos a morirnos, y yo sé que es por eso
por lo que nunca nos moriremos
creerte es ver correr justo enfrente de mí a un lince ibérico
lo único mío del milagro será la ocurrencia
de cerrar fuerte los ojos y
pedir un deseo
somos un 70% ir a parar al mar, [y yo de verdad creo]
que tú podrías pararlo
segura de que después de perderlo de vista
aquel lince siguió corriendo.