jueves, 15 de septiembre de 2011

Septiembre, como estado de ánimo.

La verdad es que no sé qué escribir. Me he sentado aquí, he abierto este sitio, y no... no sé qué escribir. Un día, mi madre me despertó diciendo: "Buenos días, churrito, te he abierto un blog". Claro. Ya sabía que algún día haría algo de esto. Y ese día, para su pena, quedaba ya un poco lejos... Así que como quiero hacer feliz a mi madre, y como "a una madre hay que hacerle caso", aquí estoy, sentada, y no... no sé que escribir. Pero hoy me parecía un buen día para empezar a hacerlo. Porque en días como estos, en los que el sol aprieta pero el verano afloja, siento como si las palabras estuviesen más cerca de mí. Lo que pasa es que yo me hago la despistada y las intento ignorar. Pero no puedo. Porque están aquí, sin forma, sin peinar, sin ser. Y yo quiero formarlas, peinarlas y jugar con ellas, ver qué sale y qué acaban siendo. Mi madre querría, porque cree que se me daría bien el malabarismo narrativo.  Y yo no sé vosotros, pero a mí el verano me enturbia. Que sí, que el verano es bonito y es como un eterno dibujo infantil de la típica casita, con el típico árbol y el típico sol subjetivo. Pero no es buena época para empezar un blog. Ya se sabe que septiembre es un mes de empezar, y yo quiero empezar muchas muchas cosas. Este blog es una de ellas. Ya os iré contando, si surge, retales de historias que vaya construyendo, peinando y adecentando. No prometo hacerlo bien. Pero es septiembre, y yo también quiero "recuperar" algunas cosas.  Cosas, como por ejemplo la costumbre de escribir, el "aje" de estudiar o las conversaciones nocturnas con mi hermana, siempre en su cama, por supuesto. Lo demás vendrá ahora. Tengo esa sensación. Y cuando aprenda a continuar con lo que empiece septiembre, puedo probar a "malabarismear" con las letras, esas que a veces están en la punta de los dedos y que no las lloro por falta de tiempo, o por derroche del mismo. Puede que cuando sensibilice esa parte de mí, cuando los malabarismos empiecen a escribir cosas tan "ideales" como la casita y el árbol y el sol poético, cuando empiecen a ser verano, podré convertirme yo en mi propio septiembre... e inventarme, reinventarme, y recuperarme entre palabras cada vez que quiera. Entonces quizá sí que sepa... sí que sepa qué escribir.

11 comentarios:

  1. Por fin!!!!!!!!!!
    Sabía que merecía la pena esperar, y supongo que la siguiente ya no será tan cara.
    Al final va a resultar que en el fondo somos parecidas y a ambas septiembre nos regala cosas que a fuerza de ser difíciles acabamos deseando, como esa rutina monótona que ordena la vida al empezar el curso y nos arropa durante el invierno.

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  2. Muy bien. Para ser la primera entrada y no saber qué escribir te ha salido muy entretenido e interesante. Ánimo y adelante. Sigue haciendole caso atu madre.

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  3. Vaya Irene ... si que es todo un caso tener una madre tan insistente como la tuya ¿no? Pero bueno, al menos así el blog tiene un título molón.

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  4. Creo que deberías seguir haciendo caso a tu madre, porque nos perderíamos la forma tan especial que tienes de enhebrar las palabras. No dejes de escribir,

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  5. que entrada más linda. Sigue asi Irenica

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  6. Maravilloso Irene. El día que "sepas que escribir" espero estar muy cerca para no perderme ni una sola coma...

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  7. Gracias a todos por vuestras maravillosas palabras, mucho mejores que las mías, sin duda. Y, bueno, con las expectativas tan altas, me da miedo volver a escribir otra cosa, no vaya a ser que decepcione... pero bueno, de todas maneras, el cariño escrito en tantos comentarios en los comienzos, ayuda a que se llegue al nivel de esas expectativas. Un beso a tod@s y gracias.

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  8. escribe para ti. y luego, si te apetece nos lo muestras, que estaremos encantados de leerte siempre ;)

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  9. Hay que reconocer que las madres, sin duda, somos un auténtico coñazo. No paramos de dar la vara cuando intuimos que algo les cuadra a nuestras niñas... Luego van ellas y nos desbordan, superan todas nuestras expectativas, reinventan la vida y la pintan de colores que ni sabíamos que existían. ¡Qué suerte tenemos algunas madres!

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  10. ¡WOW! Yo creo que esta vez tu madre a tenido una idea bastante acertada... vamos, que le des las gracias de mi parte por convencerte de enseñarnos lo que escribes, porque merece la pena. Mucho ánimo para seguir, y si te paras, no importa: y a encontrarás ganas para volver a empezar... en septiembre de otro año ;)

    Un abrazo de otra madre

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  11. Muchas gracias, en serio. Y sí, las madres tienen a veces tanta razón que, como hijas, debemos obviarlas un poco, y aunque ellas crean que es por pura ignorancia, sólo es porque estamos masticando todo lo que nos dicen, aunque no lo reconozcamos. :)

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