miércoles, 3 de marzo de 2021

Los días de cristal.

He visto un vídeo en youtube

“you're in a bathroom at a 2014 party”

son las seis de la mañana, y no importa

nadie espera nada de mí

mañana no empezaré nada

puedo llorar hasta que amanezca

como en aquella fiesta del 2014

en el que Martina sujetó con los brazos

mi llanto de pis

porque ya había amado de verdad

y aun más importante: iba a dejar de hacerlo.


Estoy en el baño de una fiesta en el 2015

mi cuello es una carretera a alguna parte

por eso me corté el pelo del todo,

porque yo estaba hecha para ser visible

y gritar canciones de electrolatino

como el virtuoso reverbera a Bach

con tanto respeto como épica.


Estoy en el baño de una fiesta en el 2016

he olvidado ya cosas –he rellenado huecos

he escrito mis primeros poemas

me llaman generación de cristal

pienso en la sociedad líquida, en la liquidez;

lloro, escupo y nos vamos de copas

me ahogo en un vaso de agua

pero me cabe el mar en 47 kilos

lloro, escupo y nos vamos de copas.


Estoy en el baño de una fiesta en el 2017

lo último que le diré a un chico para siempre

será que es muy guapo 

y será una historia feliz

porque ahora sé que la felicidad

no es la patologización de la alegría;

que está más cerca de la ternura

que de la belleza.


Estoy en el baño de una fiesta en el 2018

todas las chicas son bailarinas y yo epiléptica

es mi única enfermedad, y es de colores

rompo un aparato electrónico,

recojo aguas de dos esquinas del Atlántico

viajo mucho,

para encontrarme a mí misma: 

tuve que volver a mi barrio.


Estoy en el baño de una fiesta en el año 2019

vivo en una ciudad sin lenguaje

hago una amiga que me entiende

nunca sé cómo dibujará ella la palabra corazón;

ahora sé que algo existe.


Estoy en el baño de una fiesta en el año 2020

mis dientes son 32 piezas de fruta diaria

para los demás;

soy como la bola de la disco

con el mismo futuro - brillante;

soy de la generación que no se rasca el ombligo

sino que intenta arrancarse el cordón umbilical.


Estoy en todas las fiestas que estuve,

vuelvo a todos los pisos que compartí

me duelen todos los pies con los que recorrí

una juventud que para abandonarme

tuvo que abandonar el mundo.

Estoy reventada,

antes de dormir, oigo rezar a mis amigos

rítmicos y acompañados,

mañana haremos bromas

son las 6 de la mañana

empezaremos algo

alguien esperará algo de nosotros.


I took a pill in Ibiza,

la mitad de mi corazón está en la Habana

y, baby, ya es muy tarde para decir “lo siento”.


Estoy en cualquier fiesta de cualquier año

de la década prodigiosa.


Una canción sobre los días tristes

jamás me hará tanto daño

como una canción que bailamos

aquellos fiestas, de aquellos días

muertos de risa.


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